En su libro: LA COMUNIDAD CRISTIANA, SU URGENCIA, (página 95), el Padre José Luis Hernáez escribe acerca de la importancia de la oración en comunidad:
La primitiva comunidad era una comunidad de oración: ORACIÓN DE ALABANZA.
Así deben orar personal y comunitariamente los miembros de la comunidad cristiana.
Es necesario vivir constantemente la experiencia de la oración individual y comunitaria:
a) Una de las cosas que más sorprenden a los que asisten sin prejuicios es la fe, el fervor, la sinceridad, la sencillez y la espontaneidad con que los miembros de la comunidad se dirigen a Dios.
b) Tienen puesto en la oración todo su ser.
c) No hay en general formulismos, no acicalamiento de frases como algo prefabricado, ni deseo de exhibirse.
d) Todo parece fresco, recién nacido del alma, actuado por la gracia del Espíritu, que vivifica el interior.
e) Los participantes se expresan a su modo, pero en forma llana, sencilla y espontánea.
f) Hay una nota de tranquilidad y sosiego interior profundo, que envuelve toda la asamblea.
g) Si se da algún emocionalismo, tiende a desaparecer a medida que la persona y el grupo maduran en la oración.
h) Hay Espíritu de adopción: El Espíritu viene en nuestra ayuda.
En Romanos 8, 26 a 27 dice San Pablo a la comunidad:
"De igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe qué es lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega, conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen."
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