El Padre José Luis Hernáez Madariaga, fundador de las Comunidades Cristianas Católicas de Renovación en el Espíritu Santo, nació en Vitoria, ciudad del norte de España, en septiembre de 1920.
Hijo de Cándido y Fortunata, tuvo 2 hermanas y un hermano, y se crió en una familia que cultivaba entre sus miembros el gusto por el arte.
Desde niño demostró su interés por la música, aprendió a tocar el violín y perteneció a una Tuna.
Más tarde, se graduó como licenciado en Derecho, en las universidades de Valladolid y Salamanca.
Trabajó en el magisterio y fue secretario tutelar de menores en Vitoria.
Ejerció la abogacía en Vitoria y Madrid, España y teniendo una vida ya establecida, como Abraham, obedece el llamado del Señor y deja su tierra, su familia, su patria y hasta su novia y en 1962 llega a Colombia.
COLOMBIA, TIERRA BENDECIDA
Siguiendo el consejo de un amigo, entra al seminario de Cristo sacerdote en la Ceja, Antioquia, y se especializa en Filosofía, teología y en Reeducación de menores.
Ya en el seminario comunicó a su familia su decisión de hacerse sacerdote y radicarse en Colombia.
Luego de ordenarse como sacerdote, trabajó varias parroquias, hasta llegar a ser vicario Judicial de la Diócesis de Facatativá.
Facatativá y su ciudad natal, se parecen en que ambas son ciudades de clima muy frío, claro que Vitoria lo es más, con 4ºC. de temperatura.
EL FUEGO DEL ESPÍRITU
En el año de 1972 y llevado por el Espíritu Santo, inicia la fundación de las Comunidades de Renovación Cristianas Católicas en el Espíritu.
Este movimiento es iniciado en Facatativá, y la semilla germina y se esparce a otras regiones del país y del exterior.
Ya desde esta época empieza a hacerse clara su misión. Para esto, el Espíritu derrama sus dones sobre el Padre José Luis, y le otorga uno de los carismas que también tuvo San Pablo: el de formar auténticas comunidades cristianas, al igual que las primeras comunidades que se formaron desde Jerusalén y que son el génesis de nuestra iglesia.
Comenzó con un grupo de 10 personas y con constancia y obediencia a la Palabra de Dios, la obra del Señor creció, llegando a tener más de 25 grandes comunidades, que unidas sumaban alrededor de 5.000 personas.
Como director de las comunidades, compuso muchos cantos basados en la Palabra de Dios, e igualmente despertó en muchas personas el don de componerle cantos al Señor. Los cantos del Padre José Luis se reconocen porque son los que tienen muchísimos Aleluyas y Glorias al Señor. Esto lo hacía para que nos alegráramos en el Señor y para recordarnos que estamos llamados a glorificar al Señor haciendo su voluntad con nuestra vida.
Grabó 7 CDS de música con algunos de sus cantos, junto con otros cantos de hermanos de la comunidad. Hay uno especial de cantos de Navidad.
Escribió más de 7 libros, entre ellos:
* El Cancionero para la comunidad, que ha tenido varias ediciones.
* Una boda, una vida, para matrimonios.
* El verdadero matrimonio es en Cristo, también para matrimonios.
* Seminario de Vida en el Espíritu.
* La comunidad Cristiana: su urgencia.
* La verdad de Jesús, que es amor, nos hace verdaderamente libres.
* Historia del Amor de Dios.
* Evangelización o Renovación de toda la iglesia Católica.
Realizó varios programas de radio, muchos en la emisora del Minuto de Dios.
En televisión, grabó casi 100 programas semanales en directo, durante más de 2 años, en el Canal Occidente de Cablecentro, ahora Telmex. El programa todavía continúa, realizado por los servidores. El programa se llama Conociendo y viviendo la Verdad de Jesús y se emite por el canal 98.
TRABAJADOR INCANSABLE
Día y noche el Padre llevaba el mensaje del Señor a comunidades del campo y de la ciudad, de clima cálido o frío, en casas, fincas, capillas o salones comunales. Lejos o cerca, su día empezaba en la madrugada con oración y terminaba casi a la media noche, también con oración. Varios días a la semana visitaba hasta 3 ciudades diferentes en el mismo día, para dar a conocer La Palabra de Dios y para celebrar la Eucaristía.
Congresos de tres días, Pentecostés y vigilias de toda la noche, ágapes, compartires, encuentros y convivencias, y hasta celebraciones de sus cumpleaños, formaban parte de su vida comunitaria.
Este ritmo de vida lo mantuvo siempre con alegría, compromiso y amor, aún teniendo más de 80 años de vida.
LA OBRA DEL SEÑOR PERMANECE
El padre José Luis hace ya 3 años ( 3 de marzo de 2006) falleció, pero la riqueza de su mensaje, basado en la Palabra de Dios, ha quedado en nuestro corazón.
Muchos son los recuerdos y las enseñanzas que cada uno y que cada comunidad conserva, pero también es mucho lo que todavía nos falta por obedecer.
Por ejemplo, el comprender que la verdadera familia es esta: la comunidad.
El llamado a mirar para adentro, hacia el propio corazón, y no juzgar, criticar ni condenar. "No mires para afuera", - nos decía.
El madurar en la fe, creyendo en Jesucristo.
El imitar a María.
El no creernos buenos, sino siempre necesitados del Señor.
El confiar más y más en el Señor y enamorarnos de él.
El dejar actuar al Señor, que nos pasa de pecadores a Justos.
El llamado a la santidad, que nos hace el Señor. Y los medios para la santificación como la palabra, la oración, los sacramentos (en especial la Eucaristía), y la vida en comunidad.
Sus frases, como: “No lo digo yo, lo dice la Palabra”.
El cristiano es activo y trabaja por la construcción y extensión del reino de Dios.
No es con esfuerzos humanos.
El atraer con el testimonio de vida.
El darle prioridad a los actos comunitarios, desapegándonos del mundo.
En fin,
Siempre le gustaba vernos unidos y reunidos.
Si estuviera hoy aquí, estaría feliz de vernos juntos y luego de mi intervención, retomaría el mensaje con una frase que siempre nos repetía:
Está muy bien, peeroooo…
Porque sabía que lo más importante es la Palabra de DIOS, que es Jesús, que alimenta nuestra alma, y nos trae la salvación.
¡GLORIA AL SEÑOR!
1 comentario:
¿Algo que ver con la RCC?
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