miércoles, 1 de febrero de 2012

5. Consumado es:

Él mismo fue glorificado. Entonces sobre Su cabeza descendió la gloriosa corona. Al instante el Padre le dio todos los honores que no había tenido antes. Él tenía honor como Dios, pero como hombre Él fue despreciado y desechado; ahora como Dios y hombre Cristo fue sentado para siempre en el trono de Su Padre, coronado con honor y majestad.